Motor trifásico
Dentro de los motores de corriente alterna, nos encontramos la clasificación de los motores trifásicos, asíncronos y síncronos. No hay que olvidar que los motores bifásicos y monofásicos, también son de corriente alterna.
Los motores trifásicos tienen ciertas características comunes:
En relación con su tensión, éstos motores cuando su utilidad es industrial suelen
ser de 230 V y 400 V, para máquinas de pequeña y mediana potencia, siendo considerados de baja tensión.
No sobrepasan los 600 KW a 1500 r.p.m. Los motores de mayor tensión, de 500, 3000, 5000, 10000 y 15000 V son dedicados para grandes
potencias y los consideramos como motores de alta tensión. Los motores que admiten las conexiones estrella y triángulo,
son alimentados por dos tensiones diferentes, 230 V y 400 V, siendo especificado en su placa de características.
Respecto a su frecuencia tenemos que decir que en Europa se utilizan los 50 Hz, mientras que en
América se utilizan los 60 Hz. Aunque la frecuencia de red tenga fluctuaciones, siempre que no superen el 1%, el motor rendirá
perfectamente. Mayores fluctuaciones afectará directamente sobre el rendimiento de su potencia. De hecho, para variar la velocidad de
esta clase de motores se manipula la frecuencia.
Con respecto a la velocidad los motores trifásicos son construidos para velocidades determinadas
que corresponden directamente con las polaridades del bobinado y la frecuencia de la red.
Respecto a la intensidad, el motor trifásico absorbe de la red la intensidad que necesita,
dependiendo siempre de la fase en que se encuentre. Por ésta razón existen diferentes modos de arranques, para ahorrar
energía y preservar el motor. En sobrecarga pueden asumir un incremento de la intensidad de hasta 1.5 la intensidad nominal sin
sufrir ningún daño durante dos minutos.
También se tienen que tener en cuenta las pérdidas que tienen los motores trifásicos, sus causas son varias.
El rendimiento de los motores se calcula en sus valores nominales, que son los indicados en las placas de características.
Presentan pérdidas de entrehierro, por rozamiento, por temperatura y en el circuito magnético. Los rotores de jaula de
ardilla (con rotor en cortocircuito) son los más usados por su precio y su arranque. En cambio, los motores de rotor bobinado o
también llamados de anillos rozantes necesitan ser arrancados con resistencias rotóricas, lo que incrementa su precio y
su complejidad.
Los motores de rotor cortocircuitado no llevan escobillas, pero si las llevan los que son de colector y de rotor bobinado.